Delta prevé recuperación de demanda clave en dos años más y descarta inyección de capital en Latam
La compañía perdió casi US$ 7 mil millones antes de impuestos, entre julio y septiembre. Respecto a inversión en socias, dijo que tienen una crisis propia que superar para pensar en destinar más recursos.
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Delta Air Lines reportó ayer una leve mejoría en sus finanzas, aunque las proyecciones de recuperación, especialmente de los viajes corporativos, tardarán en verse, advirtió el CEO de la firma, Ed Bastian.
En la entrega de resultados para el tercer trimestre, el director ejecutivo de la mayor aerolínea estadounidense por capitalización bursátil dijo que esos viajes -que representan la mitad de sus ingresos- seguirán por debajo de los niveles de 2019 en al menos un 20% hasta 2022.
"No espero que vuelva al 100%, pero (...) con suerte, entre el 75% y el 80%", explicó al diario Financial Times.
Entre julio y septiembre, los ingresos de ese negocio cayeron 85% frente al mismo período del año previo, mientras que las ventas de los viajes de placer lo hicieron en un 82%. Todo, mientras la compañía con sede en Atlanta quemó más de US$ 20 millones diarios en efectivo en un mercado devastado por la pandemia.
Y es que, después de 10 meses prácticamente paralizados y la modalidad del teletrabajo asumida como una nueva realidad, los altos ejecutivos han desplazado los viajes por videoconferencias.
Sociedades en curso
A diferencia del trimestre anterior, cuando reportó la segunda pérdida más grande en su historia y castigó su inversión en su socia chilena Latam Airlines, Delta decidió dejar de contabilizar sus sociedades -entre las que incluye a Virgin Atlantic y al Grupo Aeroméxico- "para permitir a los inversionistas comprender y analizar nuestro desempeño operativo en los períodos mostrados".
"Anteriormente, registramos nuestra participación proporcional de pérdidas de nuestras inversiones de capital en Virgin Atlantic, Grupo Aeroméxico y Latam en gastos no operativos (...) Ahora hemos descontinuado la contabilización", se leyó en el reporte financiero.
En tanto, durante la conferencia telefónica con inversionistas y periodistas, Paul Jacobson, CFO de Delta, aclaró que "no tenemos planes por el momento" de hacer nuevas inversiones en alguna de sus socias, más allá de la sólida posición de liquidez con la que ahora cuenta la compañía.
"Tenemos que superar nuestra propia crisis", apuntó.
Detalle de resultados
En términos generales, la aerolínea registró una pérdida antes de impuestos de US$ 6.900 millones, frente a los US$ 1.900 millones del año anterior. En tanto, los ingresos operativos cayeron un 76% a US$ 3 mil millones.
En medio de este escenario, la compañía informó que está retrasando US$ 5 mil millones en entregas de aviones hasta después de 2022, lo que se traducirá en un golpe al fabricante estadounidense Airbus.
El acuerdo de aplazamiento incluye alrededor de US$ 2 mil millones en unas 200 unidades que estaban programadas para este año, para un total de 400 a 2025. Los retrasos también afectarán a una pequeña cantidad de aeronaves regionales fabricadas por Bombardier.
En tanto, se informó que cerca de 58.000 trabajadores han abandonado la aerolínea voluntariamente, incluidas 18.000 puestos permanentes. Eso ha permitido evitar más despidos.
La aerolínea sigue en conversaciones con su sindicato de pilotos y ha diferido los permisos hasta el 1 de noviembre.